Estábamos a gusto,
en la cama tumbados
atando los cabos,
besos empapados,
pegando calos,
fumando a ratos,
pero lo dejé;
lo dejé claro.
Por mustios humanos,
no deseo más tragos,
buenos o malos;
del duro licor
"desear ser amado".
Le agarre brazos,
pies y manos,
y le susurre... adiós.
¿Y no es acaso su existir una quimera? Todo lo que no tiene es sencillo de alcanzar, su solución se basa en tapiar los ojos y tolerar que todo se desmorone eternamente entre lo real y lo que no, la ficción de un deseo...
Monday, October 30
Thursday, October 12
King Arthur.
Escribí amor en un papel
y no tu nombre.
Escribí; lo único que hacer
a ciegas en la noche.
Escribí “¡espérame!
yo te esperaré en el horizonte”.
Donde concluiste el ser hombre
por ser mi amante,
donde se volvió turbia la línea
entre ocaso y azules montes.
¿Recuerdas?
Cuando el mundo me mostraste.
Te esperaré,
cuando te canses de sus besos,
de regalarle flores,
y no te lo diré,
porque silente, entre esqueletos,
de otros cuerpos ya obsoletos,
mis terrores se esconden.
Te lloro en muchas horas,
te lloro a tientas, encubierta.
Te lloro suave y entre gentes,
te lloro cuando sufro en el alma
un vacío infinito.
Te lloro si veo una iglesia o un cristo,
te lloro dulce si sonrío.
Te lloro uno, dos, tres momentos
mientras cavilo
¿estará llorándome o besándole el ombligo?
Te lloro, Arturo,
allá por donde camino.
Te lloro en las plazas, los garitos
aquellos lugares donde fuimos;
y también más que amigos.
Te lloro lejos porque no deseo verte,
te lloro cerca si te cruzo
y deseo la muerte.
Te lloro como un crío,
como un sauce llorón o un rey
que incendió su estandarte.
Y ojalá mañana retirar el luto,
detener el llorarte,
pero hasta entonces...
¡Te lloro tantísimo!
Que a veces no discierno si lloro,
o derramo mi suerte,
que fue tenerte.
entre ocaso y azules montes.
¿Recuerdas?
Cuando el mundo me mostraste.
Te esperaré,
cuando te canses de sus besos,
de regalarle flores,
y no te lo diré,
porque silente, entre esqueletos,
de otros cuerpos ya obsoletos,
mis terrores se esconden.
Te lloro en muchas horas,
te lloro a tientas, encubierta.
Te lloro suave y entre gentes,
te lloro cuando sufro en el alma
un vacío infinito.
Te lloro si veo una iglesia o un cristo,
te lloro dulce si sonrío.
Te lloro uno, dos, tres momentos
mientras cavilo
¿estará llorándome o besándole el ombligo?
Te lloro, Arturo,
allá por donde camino.
Te lloro en las plazas, los garitos
aquellos lugares donde fuimos;
y también más que amigos.
Te lloro lejos porque no deseo verte,
te lloro cerca si te cruzo
y deseo la muerte.
Te lloro como un crío,
como un sauce llorón o un rey
que incendió su estandarte.
Y ojalá mañana retirar el luto,
detener el llorarte,
pero hasta entonces...
¡Te lloro tantísimo!
Que a veces no discierno si lloro,
o derramo mi suerte,
que fue tenerte.
Tuesday, October 3
Para Ángela...
Eres un ángel,
caído del cielo.
No hay en el mundo
caballero,
maneras de decirte
que te quiero;
gracias Ángela,
por ser mi apoyo,
mi consuelo,
quemar mis miedos
y mis duelos.
Aquí mi corazón,
toma, cógelo,
difícil hacerlo peor
que anteriores manos...
...de hielo.
...la mujer más mujer que nunca he conocido. Ojalá continúe su eterna lucha feminista y la lleve a la revolución que tanto espero. Porque "el opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios orpimidos."
caído del cielo.
No hay en el mundo
caballero,
maneras de decirte
que te quiero;
gracias Ángela,
por ser mi apoyo,
mi consuelo,
quemar mis miedos
y mis duelos.
Aquí mi corazón,
toma, cógelo,
difícil hacerlo peor
que anteriores manos...
...de hielo.
...la mujer más mujer que nunca he conocido. Ojalá continúe su eterna lucha feminista y la lleve a la revolución que tanto espero. Porque "el opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios orpimidos."
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