¿Y no es acaso su existir una quimera? Todo lo que no tiene es sencillo de alcanzar, su solución se basa en tapiar los ojos y tolerar que todo se desmorone eternamente entre lo real y lo que no, la ficción de un deseo...

Saturday, September 22

God wake up on the wrong side of his bed.

Pero nadie me conoce, porque en el fondo, después de toda esta escoria de superficie, detrás de mi elaborada cáscara; mi desastrosa máscara, no hay nada.
Me sobra espacio en el corazón de no haber querido a nadie, ganas de romper programas mentales, levantar dolores de cabeza y aspirar siempre a un poco más.
¿Para qué gastar energía en algo que termina? ¿Pa' que vivir?
Y me río mil veces y una mas de mi misma, yo no amo la vida, y estoy aquí, amargando existencias como de un modo profesional, con una sonrisilla en mi mitad derecha.
Ni a mi madre le dedico los <<te quiero>>.

"No se si me entienden. Yo comprendía el escalón de estatus que se me había asignado: desconocida pero querida por la mayoría -y humilde, véase-, con el don erróneo de no estar cómoda con nadie nunca, siempre pensando que podría estar mejor con otra persona. Llegar hasta ese punto de insatisfacción social me amargaba anímicamente."

Wednesday, September 12

Mucho tiempo para darle al coco.

"¿Cómo hemos llegado hasta aquí, Alicia? Llegar hasta este mar, esta frontera. Llegar a mirar la profundidad con locura en los ojos. Dime dónde cabe tu llanto en esta arena... Y tus pupilas, déjalas quietas, no vaya a comprarte el cielo con promesas que sólo valen lluvia. Hemos caído en la cuenta, después de ver pasar la vida, que el tiempo no se manifiesta, que es a largo plazo, ¿dónde está el límite del lunes que se convirtió en martes? Yo no he visto nunca a nadie envejecer un día... Pobres arrugas.
Rompe tus cadenas, Alicia, yo ya me se la carrera de tus lunares... Por qué no dejas que se fundan con mi tierra, con mi piel, deja que corran libres por entre las rocas de mi suelo. Les veras subir y alzarse entre lo que muchos llaman gloria, pero es sólo un principio..."

Me falta el aliento cuando quiero recorrer nuestros recuerdos, es tanto tiempo...
Eres una canción triste hecha carne. No he visto a nadie que moviera los pies con ese aire de desidia. Tan lentas tus caderas cuando te alzas sobre el suelo; quieres volver a tocarlo con demasiada rapidez...
Te voy a echar de menos y no lo haré como siempre, no sera desde el corazón ni desde el alma, no será tu olor lo que me falte, ni tus caricias, que nunca vienen mal. Ahora sera mi mente, querré recordarte como una tormenta y no solo como el relámpago que desequilibro mis sistemas, querré a fuego sobre mi muslo una insignia con tu nombre, saber que estuviste ahí, que nadie nunca relevo las esperanzas que sembraste, ¡y vaya! No querrás saber que siempre me sobra hueco en la casa rural, que es mi corazón, para que cuando vuelvas, no te extrañes de mi sol. Y dejaré, en instantes, de pensar en tus manos, eran mis costillas tu piano y desde mi mitad, desde la metáfora de una manzana, tu solo sabias como manejarme bien, ponerme las herraduras y dejarme marcas en la piel.
Y tras de mi, sonidos de lavanda, amarillos como el sol, y nunca sabrás si fue tu piel de luna o la mía, de pan, lo que estallo en tremendo fuego consumiendo nuestro bosque y si en lo que queda de mis pecas integrales aun esta tu aroma de agua, de sal.
Mareame, zarandeame, dale vueltas a esta habitación. Estamos solos tu y yo.
Cámbiame besos por demostraciones de amor. Déjame hablarte de lo que voy a echar de menos tu talento para la obsesión, y aunque tu corazón no bombee afecto, se me montan tiendas de campaña en los poros.
Te voy a echar de menos.