¿Y no es acaso su existir una quimera? Todo lo que no tiene es sencillo de alcanzar, su solución se basa en tapiar los ojos y tolerar que todo se desmorone eternamente entre lo real y lo que no, la ficción de un deseo...

Saturday, December 31

Deux mille seize.

Tras haber experimentado lo más complejo, la droga dura, todas las texturas, la parte oscura; the dark side of the road. Después de todas las torturas, mentales y puras, la enfermedad y su cura, el dulce paladar de la locura en un mundo plagado de dolor. Luego de cabalgar zona insegura, modificar la postura, conocer por primera vez la ternura, ¿el amor?, de tu alma la anchura, las expectativas futuras de envidar siempre al perdedor. Más allá de la apertura que dejó su acedura en tu saldado corazón. Todo resulta una simple conjetura, cambiar de razón, la picadura prematura de un ansiado sabor, qué mierda es esa que su boca conjura, tu honor rasura, tu personalidad configura, ahora tus labios púrpura por el frío desolador. Te encuentras en la más puta llanura, tu llaga supura, la gélida e implacable quemadura, la pleura llena de negrura te oprime el corazón. El invierno glacial en la espesura la piel te fractura; con moderación y mesura, la madre natura crea música sin instrumento ni partitura, la cicatriz retráctil sutura y en tu sepultura deposita brotes de color.
"Madura, Alicia, madura, céntrate en la literatura, el estudio de la lastimadura, basta de ser insegura, te mereces algo mejor."
Despedir la criatura, terrible hermosura, que te aportó a las alas flojura y en un pasado, con su musculatura, tremendo calor. Y aunque ella lo jura, en este yermo vacío, ya no hay floritura, sólo amargura, todo basura y el frío abrumador. 
Nunca tan ardua una ruptura, el amor cuando termina es la caricatura, eterna clausura de las comisuras al escuchar el nombre que un día tu labio elevó. Eres tu propia dictadura, tu propia empuñadura, tienes tu propia escultura sobre el caballo ganador.
Lo que aparentaba una aventura es un castigo de dios.

Thursday, December 29

Es curioso, siempre alardeo de todo lo que detesto al ser humano, y, sin embargo, me enamoro todos los días de todas las personas. Me enamoro de las bonitas y las feas, de sus narices colosales y sus risas enfermas, de sus cicatrices, sus llantos, sus extraordinarias facciones, sus manos frías, e incluso de las calientes; que parecen hierro fundido al tocarme la piel. El conjunto de sus elementos. Me enamoro de la gente que invierte su tiempo conmigo, tarde o temprano. Y me hace tan feliz decirlo, es increíble. Me veo obligada a compartir el hecho de que todo el mundo me parece hermoso, a pesar de ser humano.

https://www.youtube.com/watch?v=WUOtCLOXgm8


Saturday, December 10

Gesprach mit dem Meer.

Te encantaría conocerle, descubrir como me mira con los ocelos llenos de bonitas intenciones. Me acaricia suave la tez, nunca del mismo modo que tu lo hacías, sin embargo, es celestial verle idealizar mis poros.
Me hace feliz, en lo posible, aunque gruña, o grite, o deserte de lo inevitablemente humano. Me busca tierno y no renuncia de mi cama hasta no contemplarme sonreír. Empleamos infinitas horas, tendidos sobre la tela añil, simplemente haciéndonos cuestiones estúpidas o gozando del cálido silencio. 
Es como un sueño.
En ocasiones, le miro y advierto que todos deberíamos aprender de él, pues no busca los confortables caminos, se trata de un ser insaciable, repleto de racionalidad y constituido de bondad. Desconozco si algo tiene que ver con su educación cristiana, pero tolera incluso los momentos en los que blasfemo sobre dios. Tampoco consume drogas, o al menos, no tanto como el resto. O como tu.
Es tan inteligente; te gustaría verle platicar sobre todo lo que le apasiona, sobre lo que aún desconoce pero conocerá, sobre mí. Musita dulcemente sobre mi oído, con tantos e increíbles términos que nunca antes había escuchado, adjetivos que siempre se habían vislumbrado sumamente remotos... Y me hace experimentarlos, transformándome en algo que jamás concebí alcanzaría.
Se angustia por mi falta inmedible de autoestima, y se escinde en dos la piel, entregándome sus imperfecciones como muestra de comprensión.
Me hace soñar.
No es un músico, ni un poeta, ni un alma fracturada, ni una desgracia o una genialidad. No es nada que él no desee ser. Es doblemente humano. Y, sin embargo, realiza tantas muchas cosas bien...
Desearías tratarle sabiendo que estoy viva, en este preciso momento, mientras me besa los lunares. Es agudo, comenta que no se detendrá nunca aunque el frío invernal se lleve mis pecas. Y con él las horas. Acaricio sus labios con mis labios y siento que podría emplear incalculables horas, si solamente advirtieses su fragancia de relente otoñal, cobriza, aunque él sea verano hasta los vértices.
Te encantaría porque me llama Blancanieves cada setenta y dos horas y le fascina cuando me engalano en el abrigo rojo para salir a bailar, porque es noble, porque le hablo de ti y no le incomoda. Por qué no se dónde estás.
Me río cada minuto, cada segundo, de su entrañable necedad, y adoro el fulgor de confusión en su faz. Es realmente una criatura bella, de claros ojos y manos níveas e infinitas, a la que le sienta formidable rasurarse el cabello al uno. Continua relumbrando con el sol, encubriéndose en el trigal.



Pero es él aún más insignificante que yo, con sus diminutos fallos, sus manías ridículas, sus ambiciones humanas, que tanto desprecio. 
Y yo no busco soñar, ansío vivir, gozar del presente como si el pecho me fuese a estallar, y brotasen petunias en vez de costillas o fuegos de colores en lugar de un corazón. Pensar en las flores amarillas o el mar indómito golpeando las rocas y saber que estoy inundada hasta los cantos de férreo vigor. Gritar. Hacerlo jodidamente firme.
Tengo miedo de no volver a sentir. Pavor por no descubrir la química que nos anexa en otros ojos que no sean los tuyos...
Ojalá conocieses al alma que me ha restituido de ganas de llorar. Comprender que no eres tú, pero que, al menos, he vuelto a soñar.
Y con eso voy tirando.

https://www.youtube.com/watch?v=NFyOt__GxF0

Tuesday, December 6

SEGUNDA PARTE.

Estaba todo vacío,
el frío infinito, 
el fin del estío,
la capa de hielo. 
Te dije bajito
si lo deseas me quito;
mi elemento granito.
Lo vimos romper, 
guitarras al cielo, 
perjurar en hebreo, 
planear con Morfeo, 
volver a ser mujer... 
Otra vez. 
El campo roido, 
limpio sonido, 
en el predio perdido, 
sin temor a perder. 
Te escupo lo cierto, 
te tornas honesto 
y me olvido de él. 
Pero no te espero, 
no cuento los tiempos, 
no poseo dinero 
ni cosas que hacer. 
Lo que veo, lo bebo 
y paro en el medio 
para sentirme bien. 
Recuerdo el momento, 
todo lo recuerdo, 
breves los besos, 
duradero el saber 
que ahora estás muerto 
y lo estoy yo también. 
Al viento me enfrento, 
condenado yermo 
este campo se ha vuelto. 
Con él yo me tuerzo 
al puto momento, 
cuando te recuerdo, 
todo lo recuerdo, 
de negro cabello 
el porvenir incierto, 
que aun no recuerdo, 
pero lo haré.
Ahora que estás tan lejos, 
apenas te recuerdo, 
pero rastreo tus besos 
con trajín y deseo 
en mi memoria y voz. 
Busco tu tacto, 
de gélido azulejo, 
más casto que el hielo de mi corazón...
Recuerdo la vez que te rogaba,
una y otra vez, 
ámame unas horas 
aunque no nos volvamos a ver.
Recuerdo entonar canciones
que no recordaba conocer, 
contar imposibles estrellas fugaces
al amanecer.
Mirarte a los ojos, 
desenmascarar y sorprender, 
pues eran explosivos brotando de tu piel.
Susurraba idiomas desconocidos, 
te bordaba los labios
con los hilos tan finos de mi perecer.
Hablaba una lengua que sentia arder,
y todas las praderas, 
herrumbrosas maderas, 
mugrientas canteras
vislumbraban sobre mis caderas manos crecer...
Volver a nacer.