¿Y no es acaso su existir una quimera? Todo lo que no tiene es sencillo de alcanzar, su solución se basa en tapiar los ojos y tolerar que todo se desmorone eternamente entre lo real y lo que no, la ficción de un deseo...

Tuesday, March 29

Y entonces tú.

Ya no escribo,
juro siento la ira,
mas aun desconfío.
De tus ojos de hielo
que,
como un mar bravío,
arrancaron de un beso
mi encubierto navío.
Y entonces tú,
con palmas de fuego,
brindaste el estío,
combustión,
ardor y brío,
pasión,
esmeralda y hielo;
desbordaron mi río.
Cada vez que oteaba,
recuerdo,
con mis ojos
tus cuencas de frío.
Arden aun tus bordes
sobre mi pecho hendidos
y busco,
con miedo,
tu eterno vacío,
que ansío cultive
mi cráneo baldío.
Me abalanzo acelerada,
aun no he caído...
Tus labios de bruma,
retozan con los míos,
perenne la espuma
borra el hastío.
El símil la playa.
Estela del gentío.
Si tus ocelos el mar,
ahógame,
amormio.

Y permanece impenetrante la viva llamarada que en tu torso se desborda y me acompaña. He pecado tanto y de tan poco me he arrepentido, hasta que he vislumbrado en tu iris el averno mas demente, la astucia de un lucifer que suponía ser yo. Quiero ser Dante y adentrarme. Y si me equivoco, gozaré de tiempo suficiente para implorarle a ese dios que enfiló mi travesía hasta el precipicio de tus dedos de metal.