¿Y no es acaso su existir una quimera? Todo lo que no tiene es sencillo de alcanzar, su solución se basa en tapiar los ojos y tolerar que todo se desmorone eternamente entre lo real y lo que no, la ficción de un deseo...

Saturday, December 31

Deux mille seize.

Tras haber experimentado lo más complejo, la droga dura, todas las texturas, la parte oscura; the dark side of the road. Después de todas las torturas, mentales y puras, la enfermedad y su cura, el dulce paladar de la locura en un mundo plagado de dolor. Luego de cabalgar zona insegura, modificar la postura, conocer por primera vez la ternura, ¿el amor?, de tu alma la anchura, las expectativas futuras de envidar siempre al perdedor. Más allá de la apertura que dejó su acedura en tu saldado corazón. Todo resulta una simple conjetura, cambiar de razón, la picadura prematura de un ansiado sabor, qué mierda es esa que su boca conjura, tu honor rasura, tu personalidad configura, ahora tus labios púrpura por el frío desolador. Te encuentras en la más puta llanura, tu llaga supura, la gélida e implacable quemadura, la pleura llena de negrura te oprime el corazón. El invierno glacial en la espesura la piel te fractura; con moderación y mesura, la madre natura crea música sin instrumento ni partitura, la cicatriz retráctil sutura y en tu sepultura deposita brotes de color.
"Madura, Alicia, madura, céntrate en la literatura, el estudio de la lastimadura, basta de ser insegura, te mereces algo mejor."
Despedir la criatura, terrible hermosura, que te aportó a las alas flojura y en un pasado, con su musculatura, tremendo calor. Y aunque ella lo jura, en este yermo vacío, ya no hay floritura, sólo amargura, todo basura y el frío abrumador. 
Nunca tan ardua una ruptura, el amor cuando termina es la caricatura, eterna clausura de las comisuras al escuchar el nombre que un día tu labio elevó. Eres tu propia dictadura, tu propia empuñadura, tienes tu propia escultura sobre el caballo ganador.
Lo que aparentaba una aventura es un castigo de dios.

Thursday, December 29

Es curioso, siempre alardeo de todo lo que detesto al ser humano, y, sin embargo, me enamoro todos los días de todas las personas. Me enamoro de las bonitas y las feas, de sus narices colosales y sus risas enfermas, de sus cicatrices, sus llantos, sus extraordinarias facciones, sus manos frías, e incluso de las calientes; que parecen hierro fundido al tocarme la piel. El conjunto de sus elementos. Me enamoro de la gente que invierte su tiempo conmigo, tarde o temprano. Y me hace tan feliz decirlo, es increíble. Me veo obligada a compartir el hecho de que todo el mundo me parece hermoso, a pesar de ser humano.

https://www.youtube.com/watch?v=WUOtCLOXgm8


Saturday, December 10

Gesprach mit dem Meer.

Te encantaría conocerle, descubrir como me mira con los ocelos llenos de bonitas intenciones. Me acaricia suave la tez, nunca del mismo modo que tu lo hacías, sin embargo, es celestial verle idealizar mis poros.
Me hace feliz, en lo posible, aunque gruña, o grite, o deserte de lo inevitablemente humano. Me busca tierno y no renuncia de mi cama hasta no contemplarme sonreír. Empleamos infinitas horas, tendidos sobre la tela añil, simplemente haciéndonos cuestiones estúpidas o gozando del cálido silencio. 
Es como un sueño.
En ocasiones, le miro y advierto que todos deberíamos aprender de él, pues no busca los confortables caminos, se trata de un ser insaciable, repleto de racionalidad y constituido de bondad. Desconozco si algo tiene que ver con su educación cristiana, pero tolera incluso los momentos en los que blasfemo sobre dios. Tampoco consume drogas, o al menos, no tanto como el resto. O como tu.
Es tan inteligente; te gustaría verle platicar sobre todo lo que le apasiona, sobre lo que aún desconoce pero conocerá, sobre mí. Musita dulcemente sobre mi oído, con tantos e increíbles términos que nunca antes había escuchado, adjetivos que siempre se habían vislumbrado sumamente remotos... Y me hace experimentarlos, transformándome en algo que jamás concebí alcanzaría.
Se angustia por mi falta inmedible de autoestima, y se escinde en dos la piel, entregándome sus imperfecciones como muestra de comprensión.
Me hace soñar.
No es un músico, ni un poeta, ni un alma fracturada, ni una desgracia o una genialidad. No es nada que él no desee ser. Es doblemente humano. Y, sin embargo, realiza tantas muchas cosas bien...
Desearías tratarle sabiendo que estoy viva, en este preciso momento, mientras me besa los lunares. Es agudo, comenta que no se detendrá nunca aunque el frío invernal se lleve mis pecas. Y con él las horas. Acaricio sus labios con mis labios y siento que podría emplear incalculables horas, si solamente advirtieses su fragancia de relente otoñal, cobriza, aunque él sea verano hasta los vértices.
Te encantaría porque me llama Blancanieves cada setenta y dos horas y le fascina cuando me engalano en el abrigo rojo para salir a bailar, porque es noble, porque le hablo de ti y no le incomoda. Por qué no se dónde estás.
Me río cada minuto, cada segundo, de su entrañable necedad, y adoro el fulgor de confusión en su faz. Es realmente una criatura bella, de claros ojos y manos níveas e infinitas, a la que le sienta formidable rasurarse el cabello al uno. Continua relumbrando con el sol, encubriéndose en el trigal.



Pero es él aún más insignificante que yo, con sus diminutos fallos, sus manías ridículas, sus ambiciones humanas, que tanto desprecio. 
Y yo no busco soñar, ansío vivir, gozar del presente como si el pecho me fuese a estallar, y brotasen petunias en vez de costillas o fuegos de colores en lugar de un corazón. Pensar en las flores amarillas o el mar indómito golpeando las rocas y saber que estoy inundada hasta los cantos de férreo vigor. Gritar. Hacerlo jodidamente firme.
Tengo miedo de no volver a sentir. Pavor por no descubrir la química que nos anexa en otros ojos que no sean los tuyos...
Ojalá conocieses al alma que me ha restituido de ganas de llorar. Comprender que no eres tú, pero que, al menos, he vuelto a soñar.
Y con eso voy tirando.

https://www.youtube.com/watch?v=NFyOt__GxF0

Tuesday, December 6

SEGUNDA PARTE.

Estaba todo vacío,
el frío infinito, 
el fin del estío,
la capa de hielo. 
Te dije bajito
si lo deseas me quito;
mi elemento granito.
Lo vimos romper, 
guitarras al cielo, 
perjurar en hebreo, 
planear con Morfeo, 
volver a ser mujer... 
Otra vez. 
El campo roido, 
limpio sonido, 
en el predio perdido, 
sin temor a perder. 
Te escupo lo cierto, 
te tornas honesto 
y me olvido de él. 
Pero no te espero, 
no cuento los tiempos, 
no poseo dinero 
ni cosas que hacer. 
Lo que veo, lo bebo 
y paro en el medio 
para sentirme bien. 
Recuerdo el momento, 
todo lo recuerdo, 
breves los besos, 
duradero el saber 
que ahora estás muerto 
y lo estoy yo también. 
Al viento me enfrento, 
condenado yermo 
este campo se ha vuelto. 
Con él yo me tuerzo 
al puto momento, 
cuando te recuerdo, 
todo lo recuerdo, 
de negro cabello 
el porvenir incierto, 
que aun no recuerdo, 
pero lo haré.
Ahora que estás tan lejos, 
apenas te recuerdo, 
pero rastreo tus besos 
con trajín y deseo 
en mi memoria y voz. 
Busco tu tacto, 
de gélido azulejo, 
más casto que el hielo de mi corazón...
Recuerdo la vez que te rogaba,
una y otra vez, 
ámame unas horas 
aunque no nos volvamos a ver.
Recuerdo entonar canciones
que no recordaba conocer, 
contar imposibles estrellas fugaces
al amanecer.
Mirarte a los ojos, 
desenmascarar y sorprender, 
pues eran explosivos brotando de tu piel.
Susurraba idiomas desconocidos, 
te bordaba los labios
con los hilos tan finos de mi perecer.
Hablaba una lengua que sentia arder,
y todas las praderas, 
herrumbrosas maderas, 
mugrientas canteras
vislumbraban sobre mis caderas manos crecer...
Volver a nacer.

Tuesday, November 22

05:45 19/11/16

Dónde estás cuando el viento mece las hojas. Dónde estás cuando el viento mueve mi pelo y crea esa horrible música que sólo tu entenderías, la sibilancia tersa cuando acaricia las copas, el roce de una rama con su compañera, el ulular sereno del paso por una cobertura seca y desgastada.
Habríamos creado una melodía de este momento, y sería las más triste o la más libre de los tiempos.
Sólo tu comprenderías mis trazos, y frenarías aquí, donde yo freno, en este instante, para ver crecer el elegante movimiento, el despertar, la onda suave pero perfecta. El tic-tac de mis pasos sin el tic-tac de los tuyos. Me estanco debajo del árbol ya marrón, corrompido por el relente que me inunda, y elevo la mirada para escuchar la danza a la que no fui invitada, cubierta por una espesa y redonda luna anunciando que no son mas de las seis.
Es una madrugada mustía y rota, como mis costras mentales, mis vivencias, las de la vidriera estelar.
Todo el mundo, el resto de un resto, que no lleva tu nombre, ni tus ojos vivos o la mente hambrienta, pensaría que algo malo me sucede, algo mental que me insta a deambular en la negrura y observar el viraje de la vida. Siento caer la noche como un cuerpo enorme sobre mi. Tu me sonreirías, me darías la mano, me besarías el cabello cuando disfrutase de la asfixiante calma en mis hombros, justo debajo del arbusto, con las lágrimas ya en los pies.
Disfrutarías, sin una palabra, de la quietud del otoño, que ahora se muestra feroz, igual que yo disfruté de una primavera de dulces sabores al paladar, llena de paisajes violentos e indescriptibles; con el verde de tus ojos o los pastos infinitos, con el azul de tus camisas o los ríos bravos, con el rojo de tus desgastados labios o las tardes desde el balcón.
Y ante tu ausencia y la presencia de todos estos condicionales; busco, con escasa desesperación, unos labios que jamas me besarían el cabello, ni crearían ritmos con mi hálito, ni se empaparían de este taciturno vapor, pero que sí me harían sentir viva. Aunque no.
A este hermano de verde sombrero y mástil corpóreo y a mí ¿nos sobran copas o recuerdos?

Sunday, November 13

The wall between us has nothing to do with the 8000 km that are actually between us.

- Weeeell, you have plans tomorrow?
- You as only Alicia...?
He laughs.
- No? Is that not okay to have a beer just the two of us?
- Oh, no, it's okay. I like beer, don't care about the company. -She tries not to show that she is concerned about it and starts playing with her phone while laughing.
- Don't care about the company...
- Yes...
- You'll have a beer with anyone? I mean, are you that desperate?
- Of course! And it's not about being desperate at all... Well, wait, do you mean desperate for drinking or desperate for company? -She's forcing her neurons to work as fast as they can...
- For company.
- Won't you have a beer with anyone? Meeting new people is exciting!
- Meeting new people is exciting, yes... But people that I know I don't really see eye to eye with... Probably would turn that down.
- Yeah, okay, but I don't really think about that, you just focus on the bad part about meeting someone... New people tell you new stories and show you new points of view... Whatever. -Seems to be trying to end the conversation.
- Let me explain; if a couple of my teammates, not going to name who, texted me and said: "Chris, let's go grab a beer" and I know already what that person is all about and I don't really like what they stand for, I'd probably say no.
She smiles.
- If you already know this person, then is not new...
- Yeah, but that's what I'm trying to say: new people, yes, people that I don't see eye to eye probably will say no...
- You brought the dontseeeyetoeye people to the conversation! I didn't, I was talking about new people all the time. -She does a fingergun and stays in silence.
He laughs and declares "Never mind..."

Language barrier is a figurative phrase used primarily to indicate the difficulties faced when communicating with others while speaking multiple languages.

Meeting you and Nicola made her think about how crazy she is. As long as she does not understand men in her mother language, is she trying to understand you? Must be nuts.




Monday, October 24

Eso que me atrae de ti no sé lo que es,
no sé lo que tienes, pero quiero que me des,
es inevitable, tu figura me llama,
luces sana, tu dulce mirada me reclama.
Quiero conocerte a fondo,
contarte las cosas que me ponen cachondo,
besarte como un adolescente ardiente,
quiero hincarle el diente a tu culo redondo.
Sexo en la primera mirada,
era el postre que se adivinaba,
yo te di lo mejor de mí,
tú te esforzabas en que se te notara,
que yo te molaba, está decidido,
hoy te abres para mí, quieres sexo conmigo,
y yo bendigo mi suerte, qué fuerte,
consigo que me lleves a tu piso contigo,
y voy a verte desnuda, y a comerte cruda,
a gozar tu arte, a mojarte, a probar todas tus texturas,
a compartir locuras, posturas, torturas duras,
tu boca es la droga más pura,
siento el lento movimiento de tu lengua recorriendo mi clavícula.
Drogao' por el deseo sexual,
dulce mujer super sensual.
Sentí que era calor, no cuerpo,
tan caliente y tan contento,
embriagadas mis pupilas de ti,
en tus bragas mojadas mis dedos metí, feliz
sentí los vapores de tu cuerpo, en mi nariz,
y seguí con esa pierna,
espeleología, en una entrepierna que me acogía,
celebrando el día, de las puertas abiertas.
Sí nena, estás en manos expertas,
no, no sabes bien lo bien que sabes,
tú haces fantasías realidad,
vamos a unir nuestras dos mitades,
mitad y mitad, mitad y mitad...




Eso que me atrae de ti ya sé lo que es,
o es que no te ves, tu eres bonita de cabeza a pies. 
Tú eres Afrodita llena de poder,
quiero darte lo que necesitas, voy a recorrer,
todo tu perímetro, centímetro a centímetro,
voy a decírtelo, es tan de mi gusto
este género, tienes lo que busco,
justo lo que quiero yo, ya vamos a cabalgar,
no te impacientes, quiero ver tu habitación,
otro ambiente ¿es la ventilación o la calefacción?
Te hago una revelación; estoy muy caliente,
lo tuyo no se enfría, yo lo pongo a tono,
tengo buena puntería mientras te lo como,
acciono, fricciono, succiono con alegría,
esta coreografía confecciono.
Tu cuerpo es el sueño de algún dios
de algún mundo lejano aún, 
te hago esta pequeña observación,
antes de ponerme el condón 
y empezar con el pum..
pum, pum, ca, pum, pum,
pum, pum, ca, pum, pum,
pum, pum, ca, pum, pum,
pum... ¡Qué maravilla!
No hidráulico, sí mágico,
sí rítmico, íntimo, idílico,
no rígido, ni insípido,
sí físico, sí animal y acrobático,
pienso mientras te agachas:
¿Por qué lo llaman el perrito si es a gatas?
Tú eres la leona, yo me siento el rey,
más bien un buey empujando una vaca.
¡Hey! Sondeo el bombeo
y compruebo que golpeo al tempo de tus jadeos,
me entrego, accedo al juego, va,
méteme un dedo, enséñame esos trucos nuevos.
Voy a estallar, esto está ya, 
no hay vuelta atrás, vamos pa'ya,
juntos en la misma explosión sexual,
se oye ya la orquesta que anuncia el final...
Éxtasis, viaje astral, segundos de muerte,
un dios lejano se acerca y sonríe al verte,
dos cuerpos caen rendidos sobre el colchón,
y en aquel silencio todavía en trance...
Semidormido, me quedé en aquella almohada,
soñaba que te masturbaba,
y la verdad, que no tengo dónde ir,
nena, puede que me quede a dormir, 
porque no sabes bien lo bien que sabes,
tú haces fantasías realidad,
vamos a unir nuestras dos mitades,
mitad y mitad, mitad y mitad...



Javier Ibarra.

Thursday, October 20

Estoy bien, gracias por no preguntar.

La nieve de tus párpados aun me roza la tez. Formas parte de mi patrimonio corrompido, de mi ser, y de nada valdrán las insignificantes luchas que amenazan al temor o a las feas costumbres, a las que oigo reir sarcasticamente ante el eco de la voz superación. Porque seguirás, para siempre, anclada en mi piel.

En multitud de ocasiones he creído, o afirmado mejor, que mis pensamientos son aquellos que avasallan las mentes de los que un día deciden quitarse la vida. Un repiqueteo constante de cuestiones ilimitadas, se despiertan contigo al llegar la mañana y conforman tristemente tus abrazos diarios, pues llevan a preguntarte si esa es la muestra de cariño que te ofrece la vida, el razocinio.
No es fácil asumir la verdad sobre tu comportamiento, no son fáciles los diagnósticos, el movimiento que realizó tu madre para llevarse las manos a la cabeza,  tu padre cabizbajo apagando la mirada musical que antes os unía, tus compañeros arrancándote en cada trágico despertar las ponzoñosas sabanas de encima, es complicado saber que tu mundo al completo esta en su interior. Esperas que termine pronto, confías tanto en ese poder de convicción que, sin embargo, desconoces que es ahora el hálito de tu vida. Se eterniza el mundo entre tus hombros, recuerdas la velocidad del pasado, la ligereza de un planeta que te abria celestialmente sus puertas, el paso de la ingravidez a la ataxia, pues actualmente apenas puedes arrastrar los pies para alcanzarte, a ti misma. Los meses se acumulan en un edredón cubierto de sudor, y sabes que la mejoría no esta por llegar. Todo tu mundo a cámara lenta. Atrapada entre las costuras que un día te oyeron gemir, tornas tu cuerpo en otra dirección, ¿quizás deseando que la veleta de tu vida se mueva contigo? Pero hay un peso anclado en los tarsos de tus párpados y este hunde tu cuerpo hasta avernos aun no descubiertos. A menudo, escuchas en tu mente el rezo ligero, sordo, casi visceral, para que alguien te devuelva las ganas de comer. Aquellas nimiedades que elevaban las comisuras de tus labios y se mecían en tus pestañas, ya no levantan ni la mas mínima de tus pasiones. Despiertas bañada en interrogantes sobre cómo o para qué continuar intentándolo si el todo y la nada han dejado de merecer motivación. Nada requiere tu sonrisa. Todo está roto. Tampoco posees tiempo para alimentarte, para desear o si quiera llorar, suplido por el infinito camino del sofá a la cama, de la cama al sofá, lento, grácil, infinito. Llevas meses creyendo que se trata simplemente de un mal día, que se hizo eterno, dejo de girar, y la tuerca, el engranaje, tornará a mejores tiempos; porque mereces el mal, el castigo, pero no la sentencia de dios. Interminable, como un grillete que te ancora al infierno terrenal. La misma triste cancion que disminuye tu ánimo atascada en el repeat, en un atisbo de masoquismo justificado, porque ya nada puede ir a peor, un continuo patológico de desastrosos hechos que simplemente no puede desaparecer. La anhedonia, la culpabilidad, la disergia o la incapacidad. Te preguntas, cómo, siendo el principal motivo del ser humano el sentirse amado, podría sucederte a ti, incapaz de querer tus propios bordes. Quién elegiría caminar contigo cuando demoras horas infinitas para tomar la ruta, y una vez vivida, berrea en ti la eterna cuestión sobre si fue lo correcto. Estoy harta de fingir, hastiada del tiempo, del ser humano, de poseer sólo el recuerdo de una mirada que nunca mas me besará las cuencas. Cansada de sobrevivir.

Hasta que de repente, en un espasmo dinámico, alzas tu cuerpo en busca del mundo exterior. Lo denominan alegría patológica, porque el cambio de piel es injustificado y fugaz; ansias volar, reír, y disfrutas cada nimiedad como si el mundo entero diese vueltas a su alrededor, y el entorno, que antes se preocupó desmesuradamente por tus llantos secos, ríe ahora contigo.
Eres una montaña rusa de explosivos, lo que nada entre tus vértices se adapta a la transformación alterna de tu alma, la metamorfosis de Ovidio hecha carne. Te ves repleta de todo; alguien que te agarre las nalgas y te susurre, dinero suficiente y la inteligencia precisa como para no saltar al precipicio, que antes se imaginaba inefablemente oscuro. Mirarte al espejo y sonreír. La plenitud, la satisfacción y el climax. Llorar con el beso de una madre a su más preciado apéndice. Es una nube. Es un día soleado todos los días. Y por las noches fantasear con el cronómetro a cero. Besar sin miedo. Besar con ganas. Enamorarte de una, de dos, de tres almas, e idealizarlas hasta vomitar. Viajar es nutrientre, con sus inmensos parajes, las nuevas caras, las conversaciones absurdas en la carretera, preguntas inmortales que nunca te atreviste a realizar, ver el Sol nacer en cada una de sus perspectivas, el mar desde lejos, o desde sus adentros. Llora por reír. Y piensas: "Ojalá nunca se acabe este abril".

No es fácil asumir la verdad sobre tu comportamiento, no son fáciles los diagnósticos, el movimiento que realizó tu madre para llevarse las manos a la cabeza,  tu padre cabizbajo apagando la mirada musical que antes os unía, tus compañeros arrancándote en cada trágico despertar las ponzoñosas sabanas de encima, es complicado saber que tu mundo al completo esta en su interior. Esperas que termine pronto, confías tanto en ese poder de convicción que, sin embargo, desconoces que es ahora el hálito de tu vida. Se eterniza el mundo entre tus hombros, recuerdas la velocidad del pasado, la ligereza de un planeta que te abria celestialmente sus puertas, el paso de la ingravidez a la ataxia, pues actualmente apenas puedes arrastrar los pies para alcanzarte, a ti misma. Los meses se acumulan en un edredón cubierto de sudor, y sabes que la mejoría no esta por llegar. Todo tu mundo a cámara lenta. Atrapada entre las costuras que un día te oyeron gemir, tornas tu cuerpo en otra dirección, ¿quizás deseando que la veleta de tu vida se mueva contigo? Pero hay un peso anclado en los tarsos de tus párpados y este hunde tu cuerpo hasta avernos aun no descubiertos. A menudo, escuchas en tu mente el rezo ligero, sordo, casi visceral, para que alguien te devuelva las ganas de comer. Aquellas nimiedades que elevaban las comisuras de tus labios y se mecían en tus pestañas, ya no levantan ni la mas mínima de tus pasiones. Despiertas bañada en interrogantes sobre cómo o para qué continuar intentándolo si el todo y la nada han dejado de merecer motivación. Nada requiere tu sonrisa. Todo está roto. Tampoco posees tiempo para alimentarte, para desear o si quiera llorar, suplido por el infinito camino del sofá a la cama, de la cama al sofá, lento, grácil, infinito. Llevas meses creyendo que se trata simplemente de un mal día, que se hizo eterno, dejo de girar, y la tuerca, el engranaje, tornará a mejores tiempos; porque mereces el mal, el castigo, pero no la sentencia de dios. Interminable, como un grillete que te ancora al infierno terrenal. La misma triste cancion que disminuye tu ánimo atascada en el repeat, en un atisbo de masoquismo justificado, porque ya nada puede ir a peor, un continuo patológico de desastrosos hechos que simplemente no puede desaparecer. La anhedonia, la culpabilidad, la disergia o la incapacidad. Te preguntas, cómo, siendo el principal motivo del ser humano el sentirse amado, podría sucederte a ti, incapaz de querer tus propios bordes. Quién elegiría caminar contigo cuando demoras horas infinitas para tomar la ruta, y una vez vivida, berrea en ti la eterna cuestión sobre si fue lo correcto. Estoy harta de fingir, hastiada del tiempo, del ser humano, de poseer sólo el recuerdo de una mirada que nunca mas me besará las cuencas. Cansada de sobrevivir.

Hasta que de repente, en un espasmo dinámico, alzas tu cuerpo en busca del mundo exterior. Lo denominan alegría patológica, porque el cambio de piel es injustificado y fugaz; ansias volar, reír, y disfrutas cada nimiedad como si el mundo entero diese vueltas a su alrededor, y el entorno, que antes se preocupó desmesuradamente por tus llantos secos, ríe ahora contigo.
Eres una montaña rusa de explosivos, lo que nada entre tus vértices se adapta a la transformación alterna de tu alma, la metamorfosis de Ovidio hecha carne. Te ves repleta de todo; alguien que te agarre las nalgas y te susurre, dinero suficiente y la inteligencia precisa como para no saltar al precipicio, que antes se imaginaba inefablemente oscuro. Mirarte al espejo y sonreír. La plenitud, la satisfacción y el climax. Llorar con el beso de una madre a su más preciado apéndice. Es una nube. Es un día soleado todos los días. Y por las noches fantasear con el cronómetro a cero. Besar sin miedo. Besar con ganas. Enamorarte de una, de dos, de tres almas, e idealizarlas hasta vomitar. Viajar es nutrientre, con sus inmensos parajes, las nuevas caras, las conversaciones absurdas en la carretera, preguntas inmortales que nunca te atreviste a realizar, ver el Sol nacer en cada una de sus perspectivas, el mar de lejos, o desde sus adentros. Llora por reír. Y piensas: "Ojalá nunca se acabe este abril".

...

Sunday, October 9

Víctor.
Even when I know that's not your name.
I'm going to the doctor, next monday.
Víctor, what if I'm dying?!
I'm afraid.
Please, Víctor, tell me all these things;
my time, the pain, the flames,
are not just in my head...

Víctor.
Aunque sé que ese no es tu nombre.
El lunes me dicen si me muero
y tengo miedo.
Dime, Víctor,
que no aparecerás en la sombra de mi médico,
que todo esto que siento;
el tiempo, el llanto, el fuego,
durarán más que este momento...

I called the death Víctor,
in honour to my biggest fears,
the only woman and the only man
who made me break in tears.

Victor, I'm loosing my mind.
I beg you, give me just a sign,
need to know there will be another night,
more time.
Víctor, will the sun shine?
Is this because of my sins?
Will I be able to end this rhy

Saturday, October 8

Los hombres como los tragos; me tomo uno, me apetecen dos.

Dijo aquel último
¡odio el terciopelo!
Mientras me acariciaba la piel.
¿Será esa la textura que tu aprecias?
Yo canté blue velvet, de Bobby Vinton
hasta quedarme desnuda.
Ah, no oí que emitiese ninguna otra protesta,
tampoco él tiene la culpa
de haber nacido así;
con un apéndice colgante.
El péndulo de un reloj,
pum, pum, pum, lo único que aquella noche se escuchó.
No era en mi habitación.
Mas ahora respeta el terciopelo,
no me cabe duda.
Tampoco conozco plegaria
y he pedido a dios ayuda,
para innovar la misoginia.
Cómo acabé cantando hallelujah, de Jeff Buckley...
Me pregunto.
¿Quien es él para juzgarme?
Para fumarme los tabacos,
y quién yo para pensarte
cuando este hombre yace en mi cama,
cuando todo,
todo menos yo,
marcha bien.
Somos nadie.

Sunday, August 21

Esto no es un título, es la constatación de la falta de edición de la entrada y del hecho de que no me siento orgullosa de ella.

Mi madre ha dicho: hay cosas que nosotros no sabemos como van, y es verdad. Tela con el mundo, las rotaciones, traslaciones y todas esas cosas, también la mente humana y los actos son una odisea, algo muy difícil de comprender. Así que sólo estoy sentada en mi cama. Escribo para poder recordar las sensaciones, las vivencias, las marcas de las cosas que flotan en mi mente, como los fideos en la sopa. Me he dado cuenta de que no tengo ni idea de nada, y eso que me encantaría saber tantas cosas, dejar de ser una inculta y no mostrarme como si en realidad lo fuese. Escribo para saber qué sentía y en un futuro martirizarme con todo aquello que un día me hizo sonreír o querer morirme, escribo y ahora lo hago de forma estúpida, como si tuviese diez años menos o fuese rara de cojones. Que no lo soy. Odio la gente que escribe como un niño pequeño, similar al guardián entre el centeno, esos libros me producen urticaria por todo el cuerpo. No soy nada porque no se como va nada, es así. Y estoy sentada en mi cama, escuchando música, porque la música es como si me llenase el alma, la abanicase y le diese de comer montones de chuches y caramelos, los cuales, por cierto, no son todos de colores divertidos, si no también negros, morados, verdes oscuros, muy oscuros. Todo porque hoy ha sido un día triste, de muchos, el amor y esas cosas que te parten el pecho, y simplemente quería llorar, así que fui preguntando por peliculas de final tristón para poder hacerlo, llorar, porque me cuesta muchísimo y llevo meses sin derramar una lágrima. Es un hecho que me encanta, muy sano, parece que esa gota de agua pesase montañas y te recorriese la piel de arriba abajo, acariciándote sin saber que te hace daño, qué ignorante. Pero no lloro, será que soy una mujer demasiado fuerte, a pesar de estar construida entera por debilidades, cual castillo de naipes. Y como no lloro, porque no puedo, y como estoy triste por el amor y esas cosas que te parten el pecho, saldré a tomar el aire, muy lejos de aquí. Una expresión ridícula, a todo esto, ya que el aire, no se toma. Y me iré, me dirigiré a algún sitio que este muy cerca del río, para poder oírlo, para sentirlo, para mimetizarme, para que, ojalá, me trague y me convierta en gota que se estampa contra otra gota, que es algo que llevo deseando mucho tiempo. Imaginenme sobre la cama, con las piernas cruzadas, con mi pijama falto de tela, mi pelo largo y alborotado, la horrenda cara, las ojeras crónicas y moradas, pensando en cómo ser océano, llorar o que me han resquebrajado el pecho. Imaginenme blanca pero no titubeante, serena, patética, consumida por los productos que hay en mi sangre. Triste, desubicada, carente, siempre vacía. Porque soy de alma diabética e incapaz de derramar una lágrima. Imaginen, porque no pueden hacer otra cosa, porque es cierto; hay cosas que nosotros no sabemos como van.

Tuesday, August 9

091

Encontré al amor de mi vida,
le dije ya nos veremos en otra,
abrí mi corazón, el armario
y me serví una copa.
Apenas llegué a casa,
con la ropa rota,
hice bien en largarme,
ya bailaré otra jota,
pero desde aquella noche
no más trena,
no volví a besar a hombres
de tatuajes en la faceta,
negra y rizada cabellera,
mente desierta...
Yo no quise ver mi esquela
en la portada de La Gaceta,
muerta a palos por un amante
que no valia una mierda.
Nunca me senti más libre,
con tan poco en la cartera,
redimida,
con lo poco que me queda.
Cuando le pego al veneno
me pregunto si estoy loca
por desear después el dinero
que muchas otras cosas,
ya saben, de esas valiosas;
cosas maravillosas.
Por acordarme de tu estampa,
aunque fuiste una derrota,
aunque tenga el alma rota,
aun con miedo;
de que vuelvas con tu losa,
cárcel hermosa,
pesada y rosa,
por la sangre de mis labios,
por el blanco de tus drogas.
Por vivir ahora,
el momento que me toca...



Wednesday, July 27

Todas las cosas que me recuerdan a ti
puestas en fila,
todas,
un laberinto sin salida,
una cadena de sucesos obligados,
una condena,
obrigado,
por tu idea sin cabida,
suave tela;
una cadena,
que es cadena aún siendo seda...

Friday, July 1

El amor no importa, sus besos no importan, la clase no importa, la distancia no importa, la economía no importa, mi frío no importa, la geografía no importa, el hedonismo no importa, sus ideas no importan, lo justo no importa, los kilos no importan, esta lágrima no importa, mi mente no importa, tu nihilismo no importa, la ñoñería no importa, mis órganos no importan, la patria no importa, que me quieran no importa, el robo no importa, la soledad no importa, el sol no importa, la sal no importa, el tiempo no importa, nuestro universo no importa, la vehemencia no importa, este whisky no importa, mi xifoides no importa, mi yugo no importa, el zafiro, de tus ojos, no importa. ¿Contigo el tiempo se acorta, porque me importas?

Thursday, June 30

Translúcidos

<< Espera.
¿Te gusta, no?
Háblale.
Pregúntale.
Lánzate.
Mira a ver que pasa.
O si no algún día dirás "joder,
qué habría pasado."
Y ya estarás casada, con hijos
y una casa en Xxxxxxx para los fines.
Pero un día,
de vacaciones,
en Xxxxxxx
te cruzarás con él
y te volverás a quedar blanca.
Porque hay cosas
que siempre
nos dejarán
translúcidos. >>

Rodrigo Vecilla, en ocasiones, a 829.4 kilómetros, dice cosas muy interesantes. Dice, por ejemplo, que no sabe lo que siente por mí, nada sexual por supuesto, pero estoy en su razonamiento. Otras veces habla de un mercedes. Entonces, me ayuda a saber ser y me insta a creer en las mentes maravillosas. Nos vemos pronto, amigo.

Tuesday, June 28

02/07/2010

¿No te fascina saber que nadie intuye lo que somos? Todo esto es un gran secreto, pero es tan divertido... ¿Habías oído alguna vez hablar de un secreto divertido? ¿Un enigma que no implica dolor? Nosotros creemos que no lo advierte nadie y todos ellos creen que lo conciben... Mantienen que hay un amor corriente. ¿Y sabes lo que desconocen? Que nuestro amor, no es como el suyo. Nuestro amor cruza fronteras, se derrama mas allá de los confines y los límites que opone una mirada. Nuestro amor implica la determinación de una soga incapaz de quebrarse. Nuestro afecto es pura independencia, es anarquista; sin ley que le avasalle y, por supuesto, es consecuente; sabe conservarse solo, porque cuando yo no te tengo aquí, o he desertado, es apto para subsistir con lo que posee, con lo irrisorio que retiene, que son años de auténtica ventura.
Nuestro amor no es taciturno, no lo es, porque ni tu ni yo, jamás, en nuestra inverosímil fusión, hemos sido infelices. El amor... Nuestro amor. 

Y lo más estimable de todo esto, es que ningún un alma lo abarque, pues no preciso del obsequio material, ni mucho menos, unos labios oprimidos ante la avizorada mirada del resto.

Nunca sabré quién soy, ni lo que engendro, no conozco mis anhelos, pero es irrefutable el hecho de que mi amor si lo hace, y que agoniza por estar ahí. Y quizá aparento pusilánime, mas hay una sola razón; y es que nuestro amor es un misterio; una aldaba enmohecida que aun no puede descubrirse, dejaré incluso que pienses que no me atrevo a manifestarle al mundo lo que somos. No te figuras que es porque ¡el mundo no está capacitado para un amor tan desmesurado como el nuestro! Porque nuestro amor asola ciudades, él, y sólo el, en su eclosión etérea, es capaz de revelarse como naturaleza, ser el flamante ímpetu de la lava a través de su cráter, un tifón. Probablemente aún no me creas, pero en mi infecundo interior, con tan solo saber de tu presencia, todo eso se sucede.

Nuestro amor, eternamente será nuestro. Advertirás, el desmedido error de mi codicia cuando lo estimo todo para mi, sin embargo, me hace plena presentir que las primaveras pasarán, con sus frutos arco-iris y sus cantos azulados, y encontraremos otros amores, pero este; el que me colma cada día, lo compartiré contigo, y si no, que no sea mio.

Y seguro, apostaría mi esencia con Luzbel, a que todo aquel que lea esto, que nos mire mirarnos, que experimente el eco de nuestra vibración al tacto, pensará: "¡Qué romántica pareja!". Pero, como ya te dije antes... El nuestro no es un amor como los suyos... Es tan singular que, engendra solo el origen de una eterna amistad. Agradeceré hasta expirar que porto gozos inmedibles, surcos de agua salada en mi piel, caricias confundidas, un mote esculpido en la memoria, luzco orgullosa promesas por cumplir y veranos que atrapar, me llevo un beso en el pómulo de mi mejor perfil y un abrazo a escondidas. El recuerdo de un maestro, y la confianza de un amigo.
Porque que ninguno, ni si quiera tu espíritu o el mio, lo entienda, es lo más bonito de nuestro amor.

A Mario Pérez, la única persona con la que concibo casarme, y que me enseñó a querer a un hombre, a pesar de ser hombre.

Sunday, May 29

   La simplicité d'un mot peut apporter des souvenirs magnifiques et te transporter dans des endroits merveilleux…
Les meilleures expériences du voyage ont lieu dans ​​le bus. De nombreuses heures partagées de voyage en recherchant de ville de nos rêves. Nous avons contemple le paysage et nous avons dormi comme des loirs aussi.
   Quand nous sommes arrivés, nous avons eu peur et des milliers de pensées nous assaillaient; «Qu'est-ce qui va se passer maintenant?» «Il va pleuvoir?». Le bus tournait autour de la ville merveilleuse, pleine d'or, de statues colossales et du magnifique baroque… J’étais au paradis! Mais ça c’était seulement une petite visite panoramique à travers les fenêtres du bus.
   Le bus nous a déposés rapidement et à ce moment-là ni les professeurs ni les élèves ne connaissaient le chemin. Finalement nous sommes arrivés, peut-être grâce à l'instinct, à l’hôtel. Il n’était pas très grand mais il était accueillant et tranquille. Nous avons vu l’énorme escalier presque en colimaçon et nous avons soupiré et pensé aux valises qui pesaient comme des pierres.
Sans avoir eu l’opportunité de nous reposer, bien que je suis rentrée dans les toilettes pour changer le pull-over et me rafraîchir, nous sommes parties.
   La première destination était la Tour Eiffel et ses environs. Je crois que tout le monde a une idée dans sa tête; le fer, le bronze, mais à ce moment précis, tu la vois avec tes propres yeux et tu te rends compte de la réalité. Elle n’est pas simplement un morceau de métal, elle cache quelque chose à l'intérieur: la magie des souvenirs de Lutèce. Sans doute; le seul inconvénient était la douleur aux mollets après avoir monté six cent marches.
Nous avons fait une promenade en bateau sur la Seine, c'était merveilleux de passer sous les ponts et voir la ville depuis la rivière qui la borde. Mais le meilleur moment a eu lieu dans l'obscurité de la nuit: la Tour Eiffel illuminée sous la vue de nombreux étrangers qui cherchent la magie cachée et mettre le point final quand elle scintille…
   Le samedi nous avons visité le célèbre Louvre, où j'ai pu admirer la taille des tableaux (comme la Liberté guidant le peuple), observer La Joconde et son sourire étrange et des sculptures étonnantes. Puis nous avons joui de merveilleuses vues du jardin des Tuileries et même si le matin il pleuvait, à ce moment-là le soleil brillait dans le ciel.
   Nous sommes allés à l’Opéra Garnier, qui m’a beaucoup plait, avec des lampes énormes, des miroirs et le reflet d’or, les impressions anciennes… Et pour finaliser nous avons visité les Galeries Lafayette; elles ont boutiques très connues et très somptueuses aussi. J’ai perdu mes amies et je suis montée au dernier étage pour contempler une des meilleures vues d’ensemble de Paris.
   Le jour suivant, en respirant la nouvelle envie de connaissance, nous avons visité des monuments et des bâtiments très importants comme les champs Elysées, l’arc de triomphe, le Palais-Bourbon… Mais sans aucun doute j’ai bien aimé Montmartre, connu pour la coupole blanche de la Basilique du Sacré Cœur. Un quartier avec beaucoup d’histoire. Une commune française où tu peux sentir l’air de bohème qui s'en dégage, les pas des milliers de visiteurs, l'odeur de la peinture et le fusain, manger une crêpe, ou deux, acheter des souvenirs (comme le foulard le plus beau avec des symboles de la ville ravissante pour ta grand-mère), te promener dans la Place du Tertre pour observer les oeuvres impressionnistes et originales ou saluer le passe-muraille. J’ai pensé à Picasso, â son début et, bien sûr, j’ai eu la curiosité de connaître les endroits dont j’avais fait la présentation.
   J’ai vraiment aime le 18ème arrondissement, parce que, après de la Tour Eiffel, nos têtes ont imaginé le célèbre Moulin Rouge, ses histoires et son mystère. Ça c’était comme rayer son nom d’une liste de choses à faire. Et je dois ajouter que je n'avais jamais vu autant de boutiques érotiques ensemble... Le souvenir le plus vivant de ce moment est l’image de deux hommes qui nous ont demandé de quitter un lieu prés de leur club, probablement ils étaient les concierges, et nous avons éprouvé de peur, l’adrénaline et le doute. Mais finalement ils ont été sympathiques, c’était amusant, nous avons fait une montagne de pas grand-chose.
   La tristesse a envahi nos corps le lundi. Comme tous les jours mes collocs (au moins dans l’hôtel) m’ont offert la nourriture qu’elles n’ont voulue et nous avons parle du dernier jour là… Dans le papier du programme il disait «La Cathédrale de Notre Dame» et je ne pouvais croire qu’elle serait aussi belle que ça, avec ses éléments notoires de la façade… A peine j’ai accordé de l’importance a cette jolie paroisse gothique, jusqu'au moment où la guide a parle. Elle aimait son travail et transmettait ses connaissances, même si elle permettait que nous apportions quelques renseignements.
   Nous avons vu l’hôtel de Ville de Paris et l'horrible centre Georges-Pompidou, mais je veux souligner La Sainte Chapelle. Malgré tous les problèmes que nous avons eu avant de rentrer dans le détecteur de métaux, ça en valu la peine. Je n'avais jamais vu autant de couleurs, d’incroyables vitraux en jaune, bleu, vert ou rouge, et aussi dans les colonnes couvertes des fleurs de lys. Je ne vais jamais l’oublier.
   C’est indispensable de parler aussi de la nuit. Mes camarades se sont transformés en ma famille et chaque minute avec eux est incroyable. Nous sommes très responsables, mais dans la nuit nous nous sommes retrouvés dans la même chambre, et là nous avons passé des bonnes nuits en parlant et en mangeant des sucreries mais sans faire de bruit. Je vais me rappeler toujours de la terrible femme qui dormait à côté de notre chambre: elle croyait que nous faisions du chahut, elle s’est promenée dans le couloir comme un fantôme. J’ai dû parler avec elle-même si j’étai morte de peur parce que ça c'était impossible: nous étions silencieuses comme un chat…

Paris le jour, Paris la nuit, sous le soleil ou sous la pluie, Paris sera toujours Paris… Pourvu que je sois là maintenant; dans la ville de l’amour, la belle ville et éternelle de la lumière ou tu peux déambuler dans ses rues, regarder ses ponts où les preuves d’amour fleurissent en revêtant mille et une couleurs... Paris, Paname ou Lutèce, à toi pour toujours.

Friday, May 20

El duelo.

Acciones y efectos.

- Comentar lo que se echa de menos, y de más, de la persona querida. Esto tendrá efecto en la negación, pues facilita el reconocimiento de la ausencia y expresa emociones reprimidas, generando menos dolor las muertes que las separaciones.

- Informar (a la persona querida) de lo que ha sucedido desde que no está, con el objetivo de evitar el aislamiento, reconociendo la pérdida, mejorando su aceptación y conectando al deudo con su átomo social.

- Recogida del legado o actuación similar a como la haría la persona querida. La herencia económica puede no aceptarse, heredándose pues el legado psíquico: retomar su manera de afrontar el mundo. En un principio, el dolor nos viene desde fuera, y según Freud, el momento en el que este se instala en nuestros adentros, ha finalizado. Todo ello ayuda a interiorizar la injuria, mejorar el "self" o si mismo a través de las aportaciones del otro.


Mi duelo,
voy a matar al que dijo:
"al menos ya no nos echamos de menos,
si no nos vemos".


Mi infierno,
conocer que no elijo,
cuando, donde, por qué te espero
o te deseo.

Mi cuerpo,
dejó de ser un castillo,
en mis pensamientos huele a muerto,
mi mundo esta ahí dentro.

Si me buscas,
basta.
Y lo siento,
ni yo me encuentro.

Friday, May 13

Escribiendo puesto como solía Platón, pero yo haría trap filosofón... ¿Por qué siempre pongo los títulos después, si la única que entiende mi mierda soy yo?

Peta y sun is shining.
¿Realidad o ambientación?
No es por la canción,
o porque sienta brillar el sol.
Juro he visto a Frida Kahlo,
esperando en la estación.
En los oídos Bob Marley,
meta en el corazón.
Qué facilidad rimar en ón;
camión, pasión, halcón.
Every day, and every night
quiero verte en acción,
cuando me venga el mono,
me acordaré de tu don...
Que fuiste fugaz como Harley,
y aun así, era todo amor...
Pero no veo cerca ni lejos,
ciega porque alguien me fió.
¡Ay, quién va a enseñarles!
Ni de mi sombra me fío yo...
Aprovechando, invento un dios,
imagino que es un caracol;
por su lentitud y convicción.
Le invito conmigo al baile,
entre las nubes y el ardor.
Mil cosas pasan por mi razón,
un batido de ideas sin sabor;
funciona mi mente tan veloz...
Sin embargo, es un desastre,
menuda enredadera mi voz.
Me olvido del mundo exterior,
"uy, siento no cumplir mi rol".
Sigo con caladas y jah praises,
en realidad, soy un show.
Dicen "no pares, trae ese ron,
pásate ese mae, sube el altavoz,
ojitos chinos" ¿quién, yo?
Que os jodan, no me rayéis,
me salgo de la puta habitación,
pero sonrío en el balcón,
vuelvo jadeando, nada pasó.
Pongo musicota, Kase-O.
Felicidad, sudor.
Kike me pregunta
qué tengo debajo del pantalón...
¿Soy hombre o varón?
No me había dado cuenta,
todo penes en este salón.
¡A new day is rising!
Joder, voy más alta que plutón...



https://youtu.be/QQQpkll5aoA

Wednesday, May 11

Virginia es efecto mariposa, cada vez que pestañea todo mi mundo tiembla.


Cualquier alma amante de las buenas leyendas conoce uno de los más repetidos relatos a lo largo de los años, transmitido únicamente a través de las sabias voces de madres, soñadores e ilustrados profetas de la historia de los tiempos. Debo de ser uno de esos valientes que se atreve a plasmar en papel la breve historia capaz de cambiar pensamientos y modificar conductas en un desastroso mundo, donde lo que prima es la avaricia y el poder…

Dicen las lenguas más eruditas que en una desconocida y seca provincia perteneciente a un país de costumbres occidentales, abruptas montañas e integrantes codiciosos, un rey llamado Alfonso decidió construir el mayor castillo nunca visto. Desde las profundidades de la tierra, entre raíces, elevó muros y creó un acogedor pero descomunal habitáculo. Nuestra fortaleza contaba con nada menos que siete plantas con numerosas habitaciones, cada cual más pintoresca; casi como arrancada de diferentes temperamentos. Lo adornó con diáfanas ventanas, que en cada uno de los pisos se dejaban atravesar por un color del arcoíris, célebres cuadros y múltiples espejos que danzaban por las majestuosas salas.
Sin embargo, este rey, que gozaba de una maravillosa imaginación y gusto por la ornamentación, carecía de los dones del amor, la capacidad de amar y el arte de sentirse querido. Este desgraciado destino era consecuencia de la mas malévola de las maldiciones, pues una perversa bruja, celosa de todo su poder, le condenó a no poder jamás conocer a su alma gemela, esa de la que hablaban ya los griegos en sus mitos andróginos. Esta, una bella mujer con dotes para la medicina y el saber, viviría cuantiosos lustros después y, por tanto, les seria materialmente imposible llegar a saber el uno del otro.
El rey Alfonso, entristecido por su fatalidad y cansado de evadir sus raciocinios entre arquitectura y decoración ostentosa, emprendió un camino en busca de la solución. Tras numerosos meses divagando cual espectro entre los aposentos, tomó una decisión: hacer saber de generación en generación que habría una bella dama en la capital que algún día no se vería capaz de hallar un príncipe azul, con origen de esta desgracia en el horror del poder y la envidia. Una inocente sin ningún tipo de culpa, se vería afligida durante cierto tiempo de su vida, aunque también como gran parte de la población que, hazañas del destino, no se encuentra con su otro yo, su gran amor. Dictaminó que debía ser tratada como una reina, su esposa, y gracias a la ayuda de muchos de los mejores magos y prestidigitadores de la época lo dejó escrito y sentenciado en el destino del mundo.
Siglos después, nació en una fría ciudad de gótica arquitectura una bella niña de cabellos dorados y facciones estrictas, que creció y se transformó en una mujer marcada por el ansia del conocimiento y que se veía idolatrada por gran parte de la población masculina que la vislumbraba. Todos y cada uno de los hombres de la región volteaban su cabeza, sorprendidos de su magnificencia, cada vez que ella pasaba. Resolvió esta, emprender un viaje en la travesía de la medicina y las artes curativas de la época. El azar balanceó su ágil cuerpecito hasta un castillo conservado con esmero durante cientos de primaveras; donde habitaría hasta que consiguiese uno de los propósitos con mayor relevancia en su vida.
Tal y como predijo aquella malvada hechicera, en numerosas ocasiones se vislumbraba embestida por la aflicción de no discernir si encontraría alguien enteramente complementario a ella.
Conoció en la famosa alcazaba a ocho maravillosas damas, un tanto mágicas, próximas a aquellos cuentos de hadas, que seguirían sus pasos, uno tras otro, la apoyarían y harían de su vida un continuo trajín de maravillosas anécdotas que contar, carcajadas con olor a sueño y algún que otro momento de desconsuelo. Eran, sin duda, un punto sobre el que rotar y amenizar la dureza del nuevo planeta.
Las mayores autoridades, una vez descubrieron de quien se trataba, le hicieron entrega de una carta que llevaba esperando demasiado tiempo a su destinatario. En ella, la letra clara, curva, como expirada de una mano que no quería abandonar el papel, y llena de sentimiento; le contaba como podría sentir la pena en numerosas ocasiones, llorar desconsoladamente, infravalorar cualesquiera de los dones que algún ser superior pudiera haberle dado, pero que seguiría viviendo. Viviría, respiraría, coexistiría, subsistiría y sobreviviría. Lo haría del mismo modo que cualquiera, quizá con esas evidentes ventajas de las que una soberana goza, pero con el don del sentimiento.
Quería con esa misiva hacerle saber que, en ocasiones, hay un amor más poderoso que cualquiera de los establecidos desde el principio de los tiempos, un afecto capaz de ser elegido y que le daría en una balanza final mayores logros que cualesquiera de los imaginados por el hombre. Hablaba de una amistad que se concibe y desarrolla desde un pequeño cúmulo de desgastada arenilla hasta el levantamiento de un hermoso castillo. Pues conocemos el valor material, pero no el inmedible sacrificio de lo que ha supuesto llegar hasta la piedra de su cima. Debería interpretar que ella sería capaz de valorarse como es, porque su rey conocía que era completa de ese modo, si no, ¿cómo podría enamorarse de una idea, una ilusión siglos atrás?
Desde aquel preciso instante nuestra protagonista dominaría uno de los más valorados juicios de la historia. Ella era el pilar de su propio cuento, y no importaba cuantos obstáculos se viesen impresos en su ventura, que podría aventajarse a ellos. La supremacía o poder jamás lograrían derrocar el ideal de un hombre o el amor y la amistad que estableciese con otros. ¿Acaso no conoció, de una manera u otra, al que se supone se podría llamar su otra mitad? No hay límites frente a un deseo que no se puedan superar.


"Ojalá ser tan linda como vos,
tan pura como vos.
Ojalá el amor que incitas,
os llame un día a la puerta,
ojalá vos llamando a la mía."


                                       Alfonso VIII de Castilla, el Noble.
                                       O Alicia Tirados, la impura, qué más da.

Saturday, May 7

Tributo a.

Y para ti nunca yo bastaba,
pero lo entendía,
porque para mi nunca basta nada.
Ultimamente.
Ultimamente ya no siento nada,
por ti,
será esta encrucijada,
tu sol que ya no brilla; no me baña.
Cansada, debería exhalar aire,
no caladas.
Llamé cuando sabía que no estabas,
no dejé ningún mensaje en el contestador,
y como tu ya no me buscabas,
otro me encontró.
Tu voz era mi triste balada,
tus manos mi colchón.
Qué gran putada, ¿te acuerdas?
Cuándo dejamos el ser dos.

Te acuerdas, cuando estábamos a solas,
bebíamos del whisky sin copa,
solo usábamos las bocas
sin control.
Me confesaste que querías ser como las olas,
y flotar, y flotar, y flotar con caracolas,
y llorar, y llorar, y llorar a todas horas,
y te agujereabas un pezón,
como muestra de tu amor...
Me acuerdo, de tus malas pulgas,
se me daba la vuelta el corazón,
todo porque me decías quiéreme
y yo cantaba no, no, no...
Tu nunca comprendiste que era un pájaro,
tan libre, muy pegadito al sol,
yo planeaba por cualquiera de sus dudas,
y aprovechaba la ocasión.
Decía, los hombres son como las mulas;
les da igual la explotación,
me bajaba los tirantes hasta la cintura
y les llegaba inspiración.

Tributo, a tu puta madre,
ya no hay nadie que me calle.
¿Entiendes?
Voy a reír hasta que estalle...
¡Es tan verde ahora mi valle!

Camino por la estepa, disfruto los colores,
bailo con el viento
que acaricia toas las flores,
nos movemos suavecito al mismo son.
Me da igual que ahora te rías,
pero he encontrado muchos hombres
sin tener que estar cañón.
Es que se me olvidó,
porque decías que me querías,
o es que igual ya ni lo hacías, qué se yo.
Me jode tanta hipocresía,
cuando hablas de tu riqueza interior;
en realidad te joden mis alegrías,
y a mi me la suda tu egoísmo mas cabrón.
Lo que siento por ti es lástima,
solo eres en mi piel otro puto moratón,
uno mas,
para el montón.

Al contrario que los beatles,
tu me cantabas hola; yo te dije adiós,
porque cada vez que me venías a la memoria,
ya no se me empalmaba el corazón...
Pensabas que era una princesita
y flipabas cuando te liaba los canutos,
yo mordía tus labios sabor polen;
tu los míos de fresita,
exprimíamos un zumo con los frutos,
aquello parecía un volcán en erupción.
Pero ya no.
Y estaba un poco hasta la polla,
te jodía que besase a cualquiera
con buena conversación,
un alma rota, nada en la cartera
y libros en el cajón.
Comprendí entonces que si por ti fuera
yo sería condición.
Nadie jamás va a ponerme una correa,
ni cuando hagamos el amor.
¿Comprendes?
Rodee sí, si lo entendió.

Tributo, a tu puta madre,
ya no hay nadie que me calle.
¿Entiendes?
El mundo esta de mi parte.
¡Es tan verde ahora mi valle!

Wednesday, May 4

Historias para no dormir.


Apareció su nombre en la conversación, y aquello me golpeó la cara en un instante, la agitada corriente del recuerdo o algo similar. Al despertar de mis ensoñaciones descubrí que todas aquellas caras conocidas buscaban en mis labios la respuesta, volteaban entre mis dientes y paseaban por la encía con ojos ansiosos. "Esto que bebéis os debe estar dejando locos para preguntármelo a mí". Habría valido un monosílabo. Y nada sucedió, porque yo no había vuelto a pronunciar esas seis letras jamás, supongo estarían encubiertas en algún recodo de mi paladar...

La noche avanzaba y mi habitación era un coladero de petróleo, solo había oscuridad, sudor y encarecidas posturas. Recobré la conciencia sobresaltada ante la horrible sensación de la ignorancia, ante la enigmática cuestión que hice girar y girar entre circunvolución y surco hasta expirar... ¿De qué color eran sus ojos? Deteniendo aquí el pensamiento, nada resulta más improductivo que la evaporación de un recuerdo de dimensional consideración. Y lo gire, lo torné, lo volví de un lado y de otro, colocando la concepción sobre cada uno de sus vértices e irrupciones. Dios mío, de qué puto color eran sus ojos... Yo me bañé en su mácula, disco, bastón, estroma, coroide, no una, ni dos, sino incalculables ocasiones y ya no sé...
Revuelta conmigo misma, en un inmenso esfuerzo de arbitraria contienda, me incorporé, alargué mi brazo, tracé cincuenta y dos curvas y setenta y ocho rectas. Escribí.

"Querido Victor,
No leí tus cartas, porque estaba saturada, seamos claros, tampoco me preocupa. Te ruego continúes leyendo. Me ahorraré preguntas educadas y cordialidades banales, que no nos representan. No estoy interesada en saber de tu vida, aunque justamente hoy haya oído que no estás muerto, por aquello de tu enfermedad (que yo siempre consideré sería una mentira patológica). Hay un hecho tan transcendental en tu recuerdo que me está dejando un páramo mental y te ruego me ayudes a solventarlo... ¿De qué color eran tus ojos? Adjunto lo que ni siquiera podría llamarse dibujo para que lo corrijas; fruto de lo que mi entendimiento permite dilucidar. Aplícale seriedad. Busca un espejo. Desconozco los matices del azul; ¿aquello de tus bordes era azul royal o tiffany? Indaga en sus surcos amarillos y si recreaban arcos o líneas verticales. Gama de verdes: enebro, pino o albahaca. ¿Hasta dónde el recorrido dorado central? Quiero grosores y delineaciones. ¿Cuál era el ojo de la mancha? Y ante este hecho, si es de curvatura suave o abrupta. El más descriptivo detalle sobre las betas que contorneaban tus pupilas sería de gran ayuda.
Borré tu foto, por si concibes la pregunta, pero aun después de tanto tiempo, conozco donde caían tus labios y de la nariz tus dimensiones... Entiende que esta intrigante cuestión alimenta un insomnio que deseo desaparezca. Necesito esta información.
Un abrazo suave,
Alicia.
"



Llegados a este punto, sin creer en un destino, me pregunto: ¿por qué hago esto? Y las resoluciones me inundan, y son tantas que me encharcan los pies. Elijo dos. ¿Se trata de propio egoísmo? Puede que haga esto por mi misma, pura ambición, por salvar mi ajada mente, que se recrea en el recuerdo gráfico de estructuras ajenas, tejidos que infunden una volátil mención, matices que apenas puedo diferenciar, y ante su falta; una hiperreflexia mental me llena de insatisfacción, la que me impide dormir. Me cuestiono si realmente la angustia que me provoca posee tal diámetro o es un sencillo proceso hipocondríaco en busca de protagonismo.
O, quizás, simplemente, una de esas voces trajo a mi vida su evocación y mi cerebro, no consciente, que supera con creces mi absurda inteligencia, decidió sitiar su memoria para enviarle semejante chiste mecanografiado. Un pretexto que considero barato e irónico.
Pero lo que es aun peor, y me lleva a redactar todo esto: qué pregunta tiene mayor relevancia.
Es de superior calibre el primer "de qué color eran sus ojos", que es origen, big bang, estallido de neurotransmisores, conexiones sinápticas y demás estructuras, el ión que sería célula y luego hombre, quid de la cuestión; que me insta a proceder de manera desvergonzada y se transforma en eje de una operación que, muy probablemente, no lleve a nada, o me lo entregue todo; satisfacción mental, placer de patrones encontrados, deleite de pasiones no superadas.
O lo es el no-desencadenante, transcendental demanda, que se origina como tras la presión de un interruptor. El por qué y la búsqueda de fundamentos que llegaron ya a la mente del neandertal cuando aun encendía fuego, que viene luego del acto, y que ha sido cuna de políticas e ideales.
Sin embargo, es un ciclo interminable de interrogantes, y se podría alargar esta división categórica infinitamente, como el engranaje de la vida misma, pues el hombre se ve atrapado por el remordimiento y la autoevaluación, todo en busca de una amnistía que le inquieta más que el propio suceso. ¿Después de la pregunta llega la conciencia y con ella el perdón? ¿Pero hasta entonces estamos liberados de culpabilidades o hay una remota centella que porta las cadenas, la condena pre-acción?
Concluyendo que, esta reflexión solo es un absurdo y mínimo, estúpido a la par que filosófico pensamiento, que peregrina mi entramado cerebral como si de un nutriente se tratase, y el cual me enturbia, estremece, y obliga a plasmarlo aquí, sólo por el hecatómbico hecho de que no recibí respuesta. Y así me hallo, dándole vueltas...
De qué color serán sus ojos.

Monday, May 2

W. R. Wagner - Spring Waltz


     La fina lana le cubría los hombros en aquel caluroso día, pero ella era hielo hasta los huesos. Abrió la puerta de metal, que emitió un tremebundo chillido y el mundo entero, el cual seguía con sus eternas vueltas de tuerca, no se percató del hecho que suponía el cruce del umbral. El planeta, qué curioso, continuó virando sin saber de su existencia. Y después del resplandor se hicieron nítidos tras de si todos aquellos adoquines desgastados, las líneas urbanas, fachadas roídas por el sol... Componían la ilustre gama del secano en primavera, de aldeas vacías y trabajadoras vidas perdidas.
     Mirando en una línea horizontal se hallaba la casa más azul de sus memorias, decorada en su totalidad con fragmentos triangulares de rocas oscuras. El tejado caía sobre un pequeño porche brindando el justo ribete de sombra que le correspondía. Varías sillas aleatorias inspiraban un aire familiar, de verano, y se pregunta entonces, qué clase de figura geométrica formarían vistas desde arriba. Se imagina la anciana tejiendo prendas otoñales, el niño jugando entre sonrisas sobre un triciclo bicolor, el padre cercano a los setos, podándolos, con desgana. 

Más próxima a sus ojos, una verja negra delimitaba el espacio; donde los descuidados zarzales parecía le gritaban que la enfermedad se había apoderado de aquel lugar. El ocre y el blanco sucio le bañaban los pies al caminar, pues formarían las dos franjas laterales que en su mente se asociaban como aceras, y se fundían en un resalto con la grisácea banda central, que en este caso, sería carretera. Todo se introducía por sus ojos de avellana hasta formar una representación mental que nunca olvidaría, y que le indicaba la diferencia entre una y otra concepción. Sin embargo, ella deambula por donde el resto no.
     De respirar el olor de sus manos habría manado una fragancia de hierro, y lo conoce, pero emplea su mano derecha para acariciar la pared contigua y siente una textura fresca, de bordes indefinidos, bultos dispuestos sin ningun sentido. Se pregunta quién se encargaría de formar aquel muro; un peón sin familia, su abuelo ya fallecido, un vecino caritativo... Y vuelve al roce de la trama, donde por debajo de su cintura el tabique se recubre de antiguos azulejos que al tacto son de suave coraza y lo dividen en dos. Sin embargo, están sucios, puesto que al despegar las palmas de la porcelana, dejan el ser blancas; se tapizan de un mínimo polvo amarronado. Y ella piensa: como mi corazón

     Para motivar su dirección le basta el recuerdo del olor a cáñamo, el sonido de un riachuelo de azul apagado que años atrás le mojó los pies. Quiere verse envuelta entre los manzanos, cuyas vistosas flores ya brotaron. Los capullos aunan el rosa intenso y el blanco más puro, en un mar de verdes hojas que les ofrecen sombra. Le recuerda el sabor de las fresas con nata. Su fragancia de entretiempo, todo se cubre entre tonalidades de amarillo; el del sol, que le azota la cara, el de las incansables flores silvestres, un tractor que se aproxima a lo lejos, el trigo aun no nacido... Yo la ví volar, simplemente con el roce, la fragancia, el pigmento, todo le palpita en el ardor de su piel, y quiere evocar para siempre aquella inmensa textura, que de un modo u otro, la hace feliz. El día en el que, junto con sus párpados, se levantó, al unísono, un cielo de infinita anchura y color. Yo me ví volar. 
    Y caminé.