Tras haber experimentado lo más complejo, la droga dura, todas las texturas, la parte oscura; the dark side of the road. Después de todas las torturas, mentales y puras, la enfermedad y su cura, el dulce paladar de la locura en un mundo plagado de dolor. Luego de cabalgar zona insegura, modificar la postura, conocer por primera vez la ternura, ¿el amor?, de tu alma la anchura, las expectativas futuras de envidar siempre al perdedor. Más allá de la apertura que dejó su acedura en tu saldado corazón. Todo resulta una simple conjetura, cambiar de razón, la picadura prematura de un ansiado sabor, qué mierda es esa que su boca conjura, tu honor rasura, tu personalidad configura, ahora tus labios púrpura por el frío desolador. Te encuentras en la más puta llanura, tu llaga supura, la gélida e implacable quemadura, la pleura llena de negrura te oprime el corazón. El invierno glacial en la espesura la piel te fractura; con moderación y mesura, la madre natura crea música sin instrumento ni partitura, la cicatriz retráctil sutura y en tu sepultura deposita brotes de color.
"Madura, Alicia, madura, céntrate en la literatura, el estudio de la lastimadura, basta de ser insegura, te mereces algo mejor."
Despedir la criatura, terrible hermosura, que te aportó a las alas flojura y en un pasado, con su musculatura, tremendo calor. Y aunque ella lo jura, en este yermo vacío, ya no hay floritura, sólo amargura, todo basura y el frío abrumador.
Nunca tan ardua una ruptura, el amor cuando termina es la caricatura, eterna clausura de las comisuras al escuchar el nombre que un día tu labio elevó. Eres tu propia dictadura, tu propia empuñadura, tienes tu propia escultura sobre el caballo ganador.
Lo que aparentaba una aventura es un castigo de dios.
No comments:
Post a Comment