Cuando estoy feliz
no tengo nada que contar,
mandarte una postal,
por Navidad.
Decirte cómo conseguí
el jodido llanto calmar,
dejar de rezar,
volver a besar.
Ahora la lluvia es desliz,
pacto con la eternidad,
prometí no olvidarte jamás
hasta no respirar.
Lo veo todo desde aquí,
y aun así,
pienso volver a pasear
por nuestra ciudad.
Nuevas manos mi barniz,
inyectarme la paz,
volverme a drogar.
Sólo por escapar...
Tumbada en otro altar,
en otros ojos carmesí
verme brillar.
Ya decidí.
Y lo siento por ti,
me han contado que;
fue un error fatal
dejarme escapar.
No comments:
Post a Comment