¿Y no es acaso su existir una quimera? Todo lo que no tiene es sencillo de alcanzar, su solución se basa en tapiar los ojos y tolerar que todo se desmorone eternamente entre lo real y lo que no, la ficción de un deseo...

Saturday, March 2

Llegué a creer en mi. Y llegué tarde.

Dura sólo diez segundos. Es algo nuevo que te rompe desde dentro, te absorbe para volverte a nacer. Yo hace tiempo que deje de creer en mi, he llegado al borde de mi historia, casi cruzado el umbral, llámalo como quieras.

Creo que he nacido para suspirar. Ni tan siquiera respirar. Cada vez que la bomba de succión funciona es tiempo expirado, como mi aliento. No saben cuanto vale una respiración. La vida. La vida vale muchos millones de cualquier moneda, pero no hay arcas que puedan equipararse. Cómo decirlo, estoy viva, si, pero porque valgo mas de esta manera que convirtiéndome en polvo y como lo que importa es el dinero pues... Quizá si fuese la inteligencia lo que vendiese, nótese la ironía de la cuestión, ya estaría muerta. 
Aun así, después de esta dilucidada solución al por qué de mi existencia, he decidido no vender mi cuerpo. Lo de ser prostituta nunca ha estado de moda, no entiendo por qué.
Pero el problema llega cuando me pregunto: "Si yo he decidido estar viva, ¿decidí nacer? Igual antes de nacer hay una sala llena de gente, una interminable cola, como la del inem, de gente que se muere de ganas por vivir, por nacer. Quizá no saben lo que hay. Puede que sea un ciclo, amnésico, por supuesto. Igual sólo soy un sueño." ¿Han visto la película "Abre los ojos"? Pues parecido.

De todos modos, no me veo sobreviviendo hasta los 97 años. Me canso muy rápido de todo: de peinado, de ropa, quizá de vida. Si pudiese elegir... Volvería siendo mi nieta. Mi sangre vale mucho, ya se lo he explicado antes.

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