¿Y no es acaso su existir una quimera? Todo lo que no tiene es sencillo de alcanzar, su solución se basa en tapiar los ojos y tolerar que todo se desmorone eternamente entre lo real y lo que no, la ficción de un deseo...

Friday, May 11

Huele a gato encerrado.

Pedíamos tregua en el juego del "a la mierda a medias", si nos ganábamos espacios, si movíamos fichas sin avisar, cuando se desmoronaba la pieza de la torre que nos evitaba oxidarnos por dentro. Me agarraba la mano, tan blanca, como las banderas, y regurgitaba sueños sobre sus propias promesas, la imposibilidad de mi fe ante sus ojos, caía vencida a los fosos, al sótano, a la muerte. Ningún alma había conseguido vencerme hasta entonces, y él tampoco lo hizo. Conseguiría, tal vez, arrancar, mas allá de las murallas de este castillo que es mi vida, cada una de las piedras, descoloridas, estriadas, infectadas de dolor.



Y si hay algo que me pone cachondo al corazón es su olor entre mis manos, que se puede coger, se acaricia, se inhala y le llega. Y me grita desde dentro "No existe piedad para yonquis de amor", pues no, no. Y si no, para qué molestarme yo, una heroinómana en fragancias, en suplicar...


Pegándole patadas al sol como descosidos, y comiéndonos a besos entre recuerdos, para acabar follando el perro mas que otro esquejo de cuerpo... Y si nos queman los pies y no nos damos cuenta; es porque preferimos fijarnos en el final de nuestra lengua que en tu dios de mierda.

No comments:

Post a Comment